28 ene 2019

El hombre político, su evolución al estalinismo en la España de 1936

Lema del blog: "No busquen la verdad en palabras o escritos de los que ejercen el poder o cobran por su función amarilla"


Evolución hasta llegar al hombre-político



                                                       El  hombre  político

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El hombre político creó la monarquía


Durante el espacio de tiempo que abarca  la Edad Media, la Moderna y demasiado tramo de la Contemporánea, el hombre ha obedecido, casi siempre creído y muchas veces confiado en lo que dictaba el poder, al que él con gusto o sin él, estaba sometido.
Pero la relación entre los que ostentan el poder y los que no lo tienen, se ha modificado y se modificará con el paso del tiempo.
Los primeros hombres que tuvieron poder sobre aquellos que conformaban su sociedad, elemental y estructurada en pequeñas tribus, eran los más fuertes físicamente. Y así transcurrió la humanidad durante cientos de miles de años.
Pero, sin conocerse exactamente cómo sucedió, llegó un momento en el que la ciencia y la construcción aparecieron a un altísimo nivel, evento que no conviene explicar. Cuando esto sucedió, el poder comenzó a detentarlo el que poseía mayor inteligencia y cultura. Una característica común de estos nuevos líderes es que  bien se cuidaron en hacer creer que estaban asociados a dios, pues dios era el factor sobrenatural que explicaba y condicionaba todo aquello que no se entendía, anhelaba o temía por el pueblo. Solo los líderes tenían acceso al trato con los dioses, o el dios. Y desde esa situación, creaban fobias entre sus subordinados para guerrear contra los próximos, que eran muy parecidos, y las únicas diferencias, normalmente, consistían en las ansias de más poder, eso sí, porque dios lo quería y amparaba su causa.
Cuando las sociedades  crecieron y se extendieron, el líder político asoció estrechamente su poder con dios, bien descendiendo de él, o por llevar la sangre de su profeta o promotor, o por decisión divina confirmada por un segundo poder: el religioso, una estructura de poder consecuente y complementario al poder político, con el que estaba enraizado. De esta forma se constituyeron las monarquías. El hombre político gobernó durante siglos a la sombra de esta constante política-religiosa.

Nietzsche




El hombre político en el siglo XX. El estalinismo en la España de 1936

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Stalin en 1937, óleo Isaac Brodsky
El triunfo de la independencia de EEUU con la difusión de los derechos del hombre y, poco más tarde, del marxismo en Rusia acabó en Occidente con los gobernantes con sangres especiales y la intervención divina para ampararles. El pensamiento de Nietzsche "Dios ha muerto" no se extendió en la sociedad, pero sí a la política, y de esta manera, los políticos ya no gobiernan por la gracia de Dios.
La independencia de EEUU proporcionó a la sociedad occidental la democracia capitalista; el marxismo, la democracia socialista, donde no solo no se gobierna por la gracia de Dios, sino que no hay Dios.
A partir de 1917 la democracia socialista, triunfante en Rusia por medio de una revolución, intentó suplantar en Europa a la democracia capitalista, pero no lo consiguió por medio de revoluciones
 provocadas entre 1918 y 1934, en Alemania, Hungría y España.
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Stalin aprendió que para implantar su régimen político era preciso emprender dos tareas previas, que serían puestas en práctica en la España de 1936:
a) Conseguir el poder político controlando el Parlamento, para desde esa situación ir eliminando las instituciones y personas representativas de la democracia capitalista, desacreditadas debido a la Gran Depresión provocada por los excesos antisociales cometidos por el capitalismo consentido.
b) Transformar el pensamiento del pueblo, y tras ser analizado el contraproducente ataque directo realizado con la quema de templos sucedida en 1931, se dispuso la solución de deificar a la Unión Soviética, al marxismo, con ello, el paraíso socialista sustituiría a la cultura cristiana en la sociedad española.
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El Requeté español. Jóvenes pasan por
Burgos camino de la sierra madrileña para su
enfrentamiento con el Quinto Regimiento y
los milicianos frentepopulistas


El VII Congreso de la Komintern celebrado en Moscú el 23 de julio de 1935, organizó con presteza las dos tareas. La primera disposición fue crear el Frente Popular, que debido a la fragmentación política de las derechas tomaría el control del Parlamento. El siguiente paso consistía en reconvertir las fuerzas de seguridad y el ejército, para ello se creó la Guardia de Asalto y el Quinto Regimiento, y para eliminar el Ejército existente, la solución consistía en provocar un alzamiento, que se consideraba sería fácil de controlar, más aún que el reciente de Sanjurjo. Su inmediata sustitución por el Quinto Regimiento, estructurado a semejanza del Ejército Rojo soviético, sería una solución lógica, y como ya estaba preparado, el 19 de julio de 1936, el Quinto Regimiento era operativo, y se enfrentó en las sierras de Guadarrama y Somosierra a los jóvenes españoles que conformanan el Requeté de Navarra y Alava y a la Falange madrileña.
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Se puso en práctica el proyecto de la Komintern: se ganaron las elecciones de febrero de 1936, y una vez alterado el orden público en la medida de sus deseos, se pasó a eliminar el ejército tradicional, provocando el Alzamiento Nacional.
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                                La deificación de la Unión Soviética en España
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Procesión frentepopulista
en la Gran Vía madrileña

Para transformar el pensamiento del pueblo, la Komintern puso en marcha su proyecto, que como cualquier otro de índole social y moral constaba de dos líneas de actuación: la deificación de la nueva religión marxista sin dios ensalzando a la Unión Soviética, salvaguarda del paraíso socialista, y la existencia del infierno en vida para herejes y disidentes.
La mayor expresión de la  deificación de la URSS la significó "La Asociación de Amigos de la Unión Soviética", una sociedad creada por la Komintern y cuya declaración de intenciones relataba: "No tendremos más programa ni más bandera que decir y ayudar a conocer la verdad sobre la URSS, combatiendo con las armas de la verdad la mentira, la calumnia y la deformación". Por su parte, Antonio Machado miembro destacado de esta sociedad y orador habitual en los continuos actos culturales de la Asociación, refrendó esa idea y programa con esta frase: "La Rusia actual, la gran República de los Soviets, va ganando de día en día la simpatía y el amor de los pueblos, porque toda ella está consagrada a mejorar la condición humana".
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Cartel de la Asociación de Amigos
de la Unión Soviética bajo la
impronta de Stalin

El castigo a los disidentes del estalinismo se manifestó en la masacre gubernamental realizada en mayo de 1937 en Barcelona contra las organizaciones políticas y sindicales de anarquistas y trotskistas. Esta actuación está en consonancia con la idea expresada por Julián Zugazagotia, ministro de Gobernación y dirigente del PSOE, recogida en "El Mundo Obrero" de Madrid del 14 de agosto de 1937 bajo el titular "Los que atacan a la U.R.R.S. atacan al pueblo español": 
"Con reiteración que permite adivinar un propósito deliberado de ofender a una nación excepcionalmente amiga, creando de esta manera dificultades al Gobierno, se ocupan diferentes periódicos de la U.R.R.S., habiendo llegado en su inconveniencia a compararla a las naciones que invaden el suelo nacional. Esta licencia absolutamente reprobable no debiera ser autorizada por el Gabinete de censura. Debe cesar radicalmente avisando que tan pronto como esta orden deje de ser observada escrupulosamente, se suspenderá con carácter indefinido al periódico que la incumpla, aún cuando hubiese sido autorizado por la Censura, quedando, en este caso, el censor que hubiese leído las pruebas periodísticas a disposición del Tribunal especial encargado de entender en los asuntos de sabotaje".
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