Sucesos de Casas Viejas, Castilblanco, Arnedo y Don Fadrique

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Casas Viejas, equipo médico, guardias, periodistas
y  revolucionarios abatidos

La independencia de Estados Unidos conllevó la república y declaración de los derechos del hombre y el impulso de las libertades de pensamiento y expresión, bases de la democracia actual y del desarrollo de la sociedad.
Estados Unidos aplicó estas ideas encuadrándolas dentro de unas normas inapelables, unas prohibiciones incontestables, un orden ineludible: no se podía atentar, y ni siquiera bromear, contra la bandera, la Constitución, la defensa nacional y las instituciones, amén de contra las libertades y derechos. Es decir, no se puede inflingir el estilo de vida americano.

Casas Viejas, implicados
antes de ser fusilados

La exposición y aplicación de esta forma de ser estadounidense pronto alcanzó a Europa: sus ciudadanos desearon regirse por repúblicas que acogiesen la esencia político-social gestada por Estados Unidos. Francia dio el primer paso europeo.

Los políticos españoles, tras asesinar al "peligroso" Juan Prim, se burlaron de la nueva política de derechos y libertades proclamando la Primera República con el único fin de esperar que Alfonso Borbón, Alfonso XII rey, alcanzase la mayoría de edad, y con ello disponer de un régimen político que con apariencia de una monarquía parlamentaria, en él se pudiesen ejercer monopolísticamente todas las prácticas del caciquismo capitalista.

Los fracasos económicos, sociales y militares que marcaron esta renovada monarquía, alumbraron el fascismo de Primo de Rivera. Con él, una vez superadas las derrotas bélicas, se logró un cierto orden y progreso en España, que fue considerado como base para, ahora en serio, eliminando el régimen dictatorial, proclamar las esencias democráticas a través del régimen republicano: la Segunda República del 14 de abril de 1931.

Casas Viejas, detenciones

Pero los españoles confundieron los términos básicos de la democracia, y muy pronto comenzaron los desafueros: la quema tolerada de templos del 10 y 11 de mayo de 1931, los sucesos de Castilblanco, Arnedo, Casas Viejas... para terminar con la sangrienta revolución de octubre de 1934, los continuos asesinatos callejeros y el magnicidio estatal cometido con José Calvo Sotelo.

Lo acaecido en Casas Viejas, así como en otros lugares, desgraciadamente se está olvidando, se quiere olvidar. No se está juzgando a la Segunda República con objetividad. No existió Reforma Agraria, y se bajó el nivel de vida del trabajador, cuando éste creía que la democracia les salvaría de la pobreza, o miseria, de tiempos anteriores: los latifundistas y caciques del XIX continuaban en ejercicio

 por inutilidad o connivencia tradicional de los políticos con el capitalismo caciquil.

Vivienda de "Seisdedos"

                                                Castilblanco   y  Arnedo

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Largo Caballero, ministro  Trabajo
 en 1931 y 1932, ecretario General
 de UGT desde 1918 y presidente
del PSOE en 1932

a Federación de Trabajadores de la Tierra, FNTT, era un sindicato filial de la UGT, creado en los últimos tiempos de la Dictadura de Primo de Rivera al potenciar a la socialdemócrata UGT, en su afán de terminar con la influencia sindical anarquista, pues el PSOE y su sindicato UGT habían abandonado la línea marxista revolucionaria al seguir las directrices de la Segunda Internacional. conforme habían aceptado Pablo Iglesias y Francisco Largo Caballero.
La FNTT debido a la mala situación agraria, convocó una manifestación en Castilblanco, pueblo pacense, el 20 de diciembre de 1931. Alegando que la manifestación no disponía de los requisitos legales, fue anulada una vez puesta en marcha.

Entonces, la FNTT convocó una huelga general en los dos días finales del año. El día 31, el alcalde  del Partido Radical volvió a prohibir la huelga y ordenó a la Guardia Civil que disolviese la consecuente manifestación de campesinos jornaleros. Estos vieron suprimidos sus derechos, por lo que su protesta fue creciendo en violencia conforme subía el autoritarismo gubernamental, hasta que un jornalero resultó muerto por el disparo de un guardia civil acosado. La reacción de los manifestantes linchó a los cuatro guardias civiles garantes del orden, y luego destrozó los cadáveres.

Juicio de Castilblanco

El pertinente juicio condenó a los convictos a penas de muerte, conmutadas por cadenas perpetuas, y diversas penas de cárcel, que también fueron sensiblemente reducidas. Todos los inculpados quedaron en libertad por la amnistía total que el Frente Popular dictaminó cuando llegó al poder como resultado de las legislativas de febrero de 1936.

El desasosiego invadió a todo el ámbito laboral de la nación. El 5 de enero de 1932, el despido de trabajadores de una empresa ubicada en la riojana Arnedo provocó la ira popular al no ser readmitidos los despedidos. La Guardia Civil no deseó que se repitiese lo sucedido en Castilblanco. A causa de los disparos murieron, seis personas de inmediato, pero contabilizando al cabo de unos días, los fallecidos fueron cinco hombres, cinco mujeres y un niño, con treinta heridos, algunos muy graves.
El 15 de diciembre de 1931 había entrado en funciones el gobierno republicano.socialista presidido por Manuel Azaña. que no tomó medidas al respecto, ofreciendo una opinión ambigua del suceso y trasladando a un cargo secundario, pasado un mes, al Director de la Guardia Civil, el general José Sanjurjo.

............Lerroux y Azaña

Para aplacar al proletariado, Azaña dispuso el 24 de enero de 1932 la disolución de la Compañía de Jesús con la incautación de todos sus bienes, incluidos su veintena de colegios. Días antes, el 19, Azaña había cerrado El Debate, periódico crítico con la situación en España, al que acusó  de "hacer mucho daño a la República". Con lógica, la prensa no rechistó significativamente por la expropiación hecha a los jesuitas, que ya habían padecido uun gran incendio en su principal templo en mayo de 1931. Las izquierdas se calmaron. No así el depurado José Sanjurjo que encabezó sin reflexión válida, un intento de Golpe de Estado el 10 de agosto de ese año.

Casas Viejas

La central anarcosindicalista CNT convocó una huelga general para el día 8 de enero de 1933. La extrema violencia se adueñó de la nación, muriendo diez huelgistas y dos miembros de seguridad.
En Casas Viejas, una pedanía de la gaditana Medina Sidonia, los jornaleros proclamaron el comunismo libertario, atacando en la noche del 10 al 11 de enero al destacamento local de la Guardia Civil, que recibió la ayuda de la Guardia de Asalto mandada por el capitán Manuel Rojas Feijespan. Los jornaleros dirigidos por su líder Francisco Cruz Gutiérrez "Seisdedos" tomaron como rehén a un guardia y se encerraron en la choza de Seisdedos. Rojas ordenó arrasar la choza de Seisdedos, que murió calcinado junto con cinco miembros de familia y el rehén. Los guardias de Asalto detuvieron a once revoltosos, y a pie del cadáver de su compañero, los fusilaron.
Diego Martínez Barrio (futuro presidente de la Cortes y del Consejo de Ministros) fue el personaje que mejor expresó el suceso: "El régimen ha quedado enlodado, maldecido por la Historia entre vergüenza, lágrimas y sangre". Azaña, desbordado por el suceso, manifestó: ¿Qué iba a hacer el Gobierno?

Casas Viejas en aquellas fechas

Don  Fadrique

Vecinos de Don Fadrique

El pueblo toledano de Don Fadrique, con cinco mil habitantes, fue uno de los muy escasos lugares donde se había votado mayoritariamente al Partido Comunista de España. 
Al llegar la temporada de recolección de los cereales los terratenientes no aceptaron las pretensiones laborales de los lugareños para las labores de la trilla, por lo que contrataron trabajadores murcianos.
El viernes 8 de julio de 1932, los decepcionados campesinos se sublevaron, quemaron los cereales depositados en las eras y asesinaron a un propietario. La reacción de la Guardia Civil ocasionó la muerte de dos campesinos y una veintena de heridos entre sus compañeros. Un guardia civil falleció y dos resultaron gravemente heridos.

Conclusión

Alcalá Zamora

La mala situación económica y social en España, provocó el adelanto de las legislativas al 19 de noviembre de 1933, y aunque en ellas triunfó la derechista CEDA de José María Gil Robles, con un gran fracaso de la coalición republicano-socialista en el poder, el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, ordenó formar gobierno al centrista Alejandro Lerroux del Partido Radical. Alcalá Zamora aplicando esta solución antidemocrática pretendía apaciguar a las izquierdas. No lo consiguió.
El PSOE mutó de socialdemócrata a estalinista, intentando dar un golpe de Estado en septiembre de 1934 y realizando un sangriento alzamiento revolucionario en Octubre de 1934. Pero sus dos líderes, Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto, fracasaron.

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