3 nov 2010

La Carta del Atlántico, Conferencia de Terranova. Rechazo del socialismo en EEUU

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Conferencia de Terranova o Conferencia del Atlántico. Allí se redactó la  
Carta del Atlántico. En foto: Franklin Delano Roosevelt, Churchill, 
George Marshall, Averell Harriman, Ernest King y John Dill  
    

                                                             
Winston Spencer Churchill
La vida política de Estados Unidos ha mantenido una constante: su rechazo al socialismo, bien sea al marxismo puro, al anarquismo, al sindicalismo socialista, al comunismo. Sin embargo, una vez en su historia Estados Unidos no solamente aceptó el comunismo sino que lo apoyó con firmeza: la Conferencia de Terranova, y su consecuente Carta del Atlántico, es la prueba de tal decisión. La alargada sombra de Winston Churchill fue un factor determinante en esta excepcional determinación.



                     La Carta del Atlántico.  Conferencia de Terranova

La Conferencia de Terranova o Conferencia del Atlántico, se celebró entre el 9 y el 12 de agosto de 1941, firmándose en ella el acuerdo  el día 14. Allí se redactó la Carta del Atlántico, concretando en ella tanto la defensa de las libertades del hombre como el derecho de los pueblos a elegir sus gobernantes. El principal compromiso consistía en el envío de material bélico de Estados Unidos a Gran Bretaña, pero también a los países en confrontación contra Alemania incluyendo a la URSS en una ayuda  que resultó esencial para Stalin en la batalla de Stalingrado y en toda la posterior campaña contra la Wehrmacht. Además, Gran Bretaña recibiría todo tipo de mercancías.
El 24 de septiembre en Londres, firmaron la Carta, la disposición necesaria para recibir las ayudas de EEUU en ella expresadas, los representantes de las nueve naciones ocupadas en la guerra por los alemanes y que tenían sus Gobiernos provisionales en Londres, así como el delegado de una Unión Soviética que llevaba algo más de tres meses en guerra contra Alemania. También firmaron las naciones que se habían involucrado en la guerra a favor de los británicos.
Por Francia firmó De Gaulle, un militar encumbrado por Churchill y al que había trasladado con él en su avión desde París, cuando era irreversible la derrota del ejército expedicionario británico en Francia.

                                 El USS Augusta en el desembarco de Normandía



Consideraciones extraordinarias sobre la Carta del Atlántico

Las consecuencias de las decisiones tomadas por Churchill y Roosevelt en la Conferencia de Terranova fueron decisivas tanto para el desarrollo de la guerra, pero no, en absoluto, para el Nuevo Orden mundial en la posguerra.
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Churchill secundado por Roosevelt, estimaron que como al igual que en la Gran Guerra el enemigo más fuerte a batir era Alemania. En la Conferencia se recordaron los Catorce Puntos de Woodrow Wilson que marcaron los tratados de paz de la Gran Guerra. Evidentemente, no era el momento de explicar, y menos de analizar, que la intolerancia, desconocimiento cultural y tradicional de los pueblos europeos, frialdad y extrema dureza aplicada con los vencidos expresada en esos Puntos, había consistido en la causa principal del inicio de la Segunda Guerra Mundial, causa que unida a la agresividad de Hitler, deseoso de volver a las fronteras alemanas existentes en 1914 y al Pacto de No Agresión entre Stalin y Hitler, originó en septiembre de 1939 la agresión soviética a Polonia Este, Estonia Letonia y Lituania y la invasión de los nacionalsocialistas, tras un ultimátum, a Polonia Oeste. 
Churchill con clarividencia de quien era el teórico rival más peligroso en esos días (eso sí, resultó que esa consideración en el tiempo resultó errónea) declaró la guerra solo a Alemania, enviando mensajes de repulsa a la URSS, mensajes que en la Conferencia de Terranova y la Carta del Atlántico se trocaron en proyectos de amistad y ayuda.
La Carta firmada en Londres constaba de ocho puntos que manifestaban básicamente los derechos y libertades del hombre de acuerdo con los ideales de la Constitución de Estados Unidos. Sin embargo:
El punto 1º expresa que "Estados Unidos y el Reino Unido no buscan el engrandecimiento territorial de cualquier tipo". Cuando los británicos desde hacía algunos siglos y los estadounidenses desde hacía unas décadas eran las naciones, junto a Francia, que más se habían distinguido en su imperialismo.
El punto 3º que "se respeta el derecho de los pueblos a elegir el régimen de gobierno que deseen". Estas palabras fueron bien recogidas por la Unión Soviética y por todos aquellos que buscaban en todo el orbe una política alejada de la democracia capitalista y cercana al socialismo, o incluso comunismo. Las próximas guerras dieron cumplida fe de la falsedad de este punto.
Más contravertida resultó la redacción  del punto 4ª que acerca "del derecho de las naciones a abastecerse de materias primas  y el acceso al comercio de esas materias mundiales que son necesarias para su prosperidad". En esos días Estados Unidos entorpecía a Japón para que desarrollara este abastecimiento, y ese fue el motivo aparente, aunque muy insuficiente, de Japón para atacar Pearl Harbor el día 7 de diciembre de ese año.

                                 Berlín, tanque soviético M4 Sherman cedido por EEUU


Datos complementarios

Franklin Delano Roosevelt y Winston Churchill, que llegó en el acorazado "Prince of Wales", se entrevistaron en el crucero pesado estadounidense "USS Augusta" en la bahía de Placentia, en Terranova. 
El USS Augusta había sido botado en febrero de 1930 y durante la guerra fue el buque insignia presidencial. Durante la guerra en él se desplazaron Roosevelt, Harry Truman y en alguna ocasión sirvió a altos cargos estadounidenses; conforme se empleó en el Día D cuando fue utilizado durante el desembarco en Normandía por Omar Bradley, último general estadounidense. de cinco estrellas.
En la fotografía: de pie, en el centro y detrás de Roosevelt y Churchill, vemos al general George Marshall, premio Nobel de la Paz en 1953 y protagonista del Plan Marshall de ayuda económica a las democracias europeas; a su derecha está Ernest King, almirante de la Flota del Atlántico, y a su izquierda el Mariscal de Campo británico John Dill. Detrás de paisano, leyendo, vemos a Averell Harriman, interlocutor entre Roosevelt y Stalin, que llegó a ser Secretario de Estado para Lejano Oriente con John Kennedy y el negociador de la Paz de París con Vietnam.
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El acorazado británico "Prince of Wales", que había sido botado en mayo de 1939, contribuyó al hundimiento del acorazado Bismarck.
El 10 de diciembre de 1941 en el Golfo de Siam del mar de China Meridional, un ataque aéreo japonés con bombas y torpedos envió al fondo del mar el "Prince of Wales"  al mismo tiempo que al crucero de combate británico "Repulse". En el ataque falleció el almirante sir Thomas Phillips así como cerca de novecientos tripulantes de los dos buques, siendo rescatados por los cuatro destructores de la flota unos dos mil hombres. Singapur, con su base naval sin barcos, se rindió a los japoneses el 15 de febrero de 1942.

Epílogo 

La Carta del Atlántico con sus disposiciones resultó ser la solitaria relación positiva admitida que tuvo EEUU con el único socialismo existente en aquellos años: el estalinista. Sin embargo, a partir de ese momento, cualquier modelo de socialismo fracasó en EEUU, siendo  rechazado con firmeza. 

                                                         Fin del artículo
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 Segundo artículo de esta entrada
Rechazo del socialismo, y del neosocialismo, en Estados Unidos


                                                  Recapitulación
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Acorazado USS Iowa que llevó a Roosevelt
a la Conferencia de Teherán


En los artículos que he dedicado al socialismo, en los ocho destinados a Sartre y en los tres anteriores de esta serie relativos a la evolución del socialismo en Estados Unidos, he desarrollado los conceptos que ahora resumo. De esta forma, considero que se podrá entender mejor el que será el último capítulo: el macartismo, su existencia, sus fundamentos y su finalidad.
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a) Las democracias se habían hundido con el crash de 1929 y la Gran Depresión. El motivo fue el capitalismo incontrolado y la política antisocial que ejercían las democracias capitalistas encabezadas por Estados Unidos. Este desplome se llevó por delante la credibilidad de todos los partidos políticos, incluidos los socialdemócratas, y entre éstos destacaron los existentes en Alemania, Francia y España.
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.b) Durante los años 30 del siglo XX, en la búsqueda de soluciones válidas para huir del caos político, la injusticia social y la pobreza generalizada, surgieron en Europa soluciones, forzosamente no democráticas (1), que por su lógico rápido crecimiento y su necesidad como alternativa social fueron no sólo dictatoriales sino también violentas y enfrentadas entre sí, pues las que eran buenas para la clase media no lo eran para el proletariado, y viceversa.
Encuentro de estadounidenses y 
soviéticos en Turgau, río Elba
Además, unas filosofías político-sociales eran internacionalistas y ateas, el comunismo, y otras, por el contrario, nacionalistas y conservadoras de las tradiciones y la religión que se profesaba en cada sociedad nacional, los fascismos. Por otra parte, en Alemania se fundió la política social con el racismo y un revanchismo motivado por las aplicaciones del injusto Tratado de Versalles, que había puesto punto final a la Gran Guerra y que no supo revisarse, conforme clamaban alemanes y austriacos y habían prometido los vencedores en Locarno. Todo ello contribuyó a que se implantase con excesiva rapidez el nacionalsocialismo (2).
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El Afrika Korps

c) El auge de las soluciones dictatoriales, fuesen fascistas, nacionalsocialistas o comunistas (pronto derivadas en estalinistas) contrastaban con la negativa evolución económica y social de las democracias. Sin embargo, las nuevas soluciones eran antagónicas entre sí y todas ellas lo eran con el ideario demócrata. Debido a ello, Europa estalló. El primer foco del incendio se desarrolló en España, en el año 1936.
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d) Las derrotas, sin paliativos, del fascismo y del nacionalsocialismo en la Segunda Guerra Mundial dejó en solitario, y como gran vencedor europeo, al socialismo estalinista, que se convirtió en la única alternativa a los desprestigiados, con toda la razón, regímenes demócratas y al resto de partidos socialistas Pero la renovada democracia estadounidense acudió con presteza y fuerza en auxilio y soporte de las tambaleantes democracias continentales europeas con su ayuda político-militar contra el expansionismo estalinista en el mundo y con el Plan Marshall de ayuda económica.

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...   E            En la posguerra, se confunde progreso con comunismo
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Primera Guerra Mundial.  Ypres

El estalinismo era, al final de la Segunda Guerra Mundial, el único socialismo real existente. No obstante, este modelo de socialismo no tenía nada en común con el pensado por Marx y Engels y que desarrollado por Karl Kautsky cristalizó en la socialdemocracia. 
La falta de contenido del comunismo estalinista, desde social a económico, desde moral a humano, ocasionó su rápido deterioro, sólo contenido en el tiempo por la férrea dictadura soviética. El gigantesco imperio que partió gracias a la liberación del pueblo ruso de la tiranía ejercida por el régimen zarista, terminó constituyendo la mayor amenaza real para el desarrollo de las libertades y el humanismo.
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Los últimos años del siglo XX certificaron la defunción de la filosofía comunista, que si bien fue la única válida, en 1917, para salvar a una sociedad hundida en la miseria y la esclavitud encubierta, se convirtió en perversa cuando esa sociedad renacía y estaba abandonando sus calamidades seculares causadas por el régimen de los zares. Y esa sociedad se transformó en un peligro para ella misma y para el resto de la humanidad cuando cayó en manos de dictadores sin escrúpulos, como sucedió durante décadas en Rusia con la sustitución por fallecimiento de Lenin por Stalin y sus continuadores.
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Bloqueo soviético de Berlín Oeste. 
Un DC-4 vuela en el pasillo aéreo

Durante los años 40, 50 e incluso los 60 del siglo XX, se intentó crear un nuevo comunismo (socialismo) a partir del existente desde comienzos de la década de los 30. Pero se fracasó, debido a la falta de capacidad de sus promotores, que no lograron separar con idoneidad las realidades y lógica del comunismo de sus falsedades y perversiones (una política especial válida en unas circunstancias deja de ser veraz cuando estas cambian), pues creían que el regreso al comunismo de Lenin, el leninismo, y la simple eliminación de los excesos del estalinismo era suficiente para conectar con las teorías de Marx y Engels, sin darse cuenta que los problemas de la población de Europa de un siglo antes, o de la de Rusia de 1917, no tenían nada en común con los de los pueblos occidentales de la posguerra. Los derechos, capacidad económica y cultura que habían adquirido los ciudadanos de 1945-52 fueron factores que no alcanzaron a evaluar bien los mentores del neocomunismo. Así como tampoco captaron la radical transformación experimentada por las democracias gracias a la aplicación de las teorías económicas y sociales del New Deal con Franklin Delano Roosevelt, en 1933; puestas en práctica en Europa Occidental durante la posguerra (3).
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Mientras tanto, el maltrecho espíritu de la socialdemocracia intentaba reactivarse en Europa. En 1951 se creó, o refundó, la Internacional Socialista; y desde ese momento, la renacida socialdemocracia lograba abrirse paso dentro de las democracias, a la vez que se difuminaba el neosocialismo o neocomunismo, opción político-social sustentada casi en exclusividad por la filosofía de Sartre y alimentada en la Rive Gauche parisina.
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El neosocialismo realizó una tarea benefactora en Europa, al contribuir a terminar con el imperialismo que aún ejercían algunas naciones vencedoras de la guerra. También, estos neosocialistas se enfrentaron filosóficamente al estalinismo omnipresente desde unas posturas lógicas y centradas (4).
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En Estados Unidos, el movimiento neocomunista de la posguerra, liderado por personajes populares, fue abortado con contundencia, incruentamente, desde la Administración, que utilizó como espada al senador Joseph McCarthy.
El aliento emanado por el inesperado progreso tecnológico soviético, el bloqueo de Berlín Oeste, el triunfo de Mao Tse-Tung en China y la guerra de Corea fueron percibidos con claridad por los dirigentes estadounidenses, ya que no por el grupo de profesionales de las nuevas actividades, como así era la industria del cinematógrafo, que confundieron su valor y éxito profesional con la posesión de una inteligencia y preparación suficiente para entender aquella coyuntura económica y social (5).
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Sin embargo, en Estados Unidos las personas que lideraron el neocomunismo no fueron capaces de conseguir algún efecto benefactor para su sociedad. Efecto que sí sucedió en Europa con los escritores anticapitalistas y antiimperialistas (neocomunistas), gracias a que la libertad de expresión estaba mucho más avanzada en el Viejo Continente que en Estados Unidos (4).
La paradoja consiste en que siendo Estados Unidos el paradigma de las libertades, se convirtió en el único país en democracia que suprimió de raíz el pensamiento socialista por moderado que éste fuese.
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(1) No necesariamente una democracia tenía, o tiene, que resultar demasiado cara para los contribuyentes, ni prodigarse en ella el cohecho, ni ser fuente de injusticia social o imperialismo. Todo ello en aras de su factible dependencia de un capitalismo incontrolado. En cualquier caso, la democracia es el único sistema político válido para una sociedad avanzada y coherente, al promover y proteger los derechos fundamentales del hombre. Sin embargo, todo miembro de una sociedad democrática que desee trabajar tiene derecho al trabajo y a vivir con dignidad, con o sin trabajo. Este es mi concepto de justicia social, no aplicado siempre por la democracia.
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(4) Leer los capítulos dedicados a Sartre.
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B-24 derribado
Fotografías en orden descendente:
Conferencia de Terranova
-Churchill
- Berlín. Tanque Sherman cedido por EEUU a la URSS por la Carta del Atlántico.
-El acorazado USS Iowa. Botado en 1943, trasladó a Roosevelt a la Conferencia de Teherán. A continuación se integró en la Flota del Pacífico.
-Encuentro de estadounidenses y soviéticos en Torgau, sobre el Elba, el 25 de abril de 1945.
-El Africa Korps de Erwin Rommel.
-Gran Guerra. Passchendaele. Ypres.
-DC-4-1037, carguero de Estados Unidos arribando a Berlín con ayuda para la población durante el bloqueo soviético a Berlín Oeste, iniciado en 1948.
-Cartel de EEUU para vender bonos de guerra. Segunda Guerra Mundial.
-Soldados soviéticos arrojando banderas y estandartes alemanes en la Plaza Roja, el 24 de junio de 1945, día de la celebración oficial de la victoria.
-Soldados aliados en Holanda, 1945. Segunda Guerra Mundial.
-B-24 derribado.
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