Jose Antonio Bru Blog: Charles de Gaulle y La Grandeur. El chovinismo. Talleyrand

Entrada de De Gaulle en París. A su derecha, Bidault, detrás Leclerc

Para entender la política imperialista y autoritaria desarrollada por Francia entre 1945 y 1968, continuadora de la ejercida en tiempos anteriores a la Segunda Guerra Mundial, hay que indagar en la trayectoria política francesa ejercida durante la Edad Moderna y los inicios de la Contemporánea.

.............................. . . .Francia. El porqué de la "Grandeur"

De Gaulle manifestó: "La France ne peut etre la France sans la grandeur". Francia no puede ser Francia sin la grandeza.

Batalla de Rocroy. Óleo de François J. Heim
Expuesto en el Palacio de Versalles

Bando de De Gaulle animando
a los franceses a su destrucción
Pero él estaba en Londres

Francisco I fue apresado por el soldado español Juan de Urbieta, que combatía bajo las órdenes de Antonio de Leyva en la batalla de Pavía, en el año 1521. Trasladado el rey francés a la Corte española, disfrutó de un corto y cómodo cautiverio, el tiempo suficiente para que pudiese suscribir el Tratado de Madrid. En realidad firmó un "papel mojado", ya que al regresar a Francia, de inmediato Francisco I dispuso atacar a las tropas españolas para intentar apoderarse, de nuevo, del Milanesado.
Resultado, las únicas pérdidas que tuvo Francisco I a consecuencia de Pavía fueron las humanas correspondientes a la batalla y su espada, pero no de territorios o de pago monetario por su derrota, es decir, del considerado como patrimonio real. La espada fue sustraída de Madrid en tiempos de Napoleón y retornada a París y en la actualidad, permanece expuesta en un pequeño museo próximo a Inválidos.

Años después, en 1559, Enrique II de Francia, de la Casa Valois, batido en la guerra, firmó con Felipe II la Paz de Cateau-Cambrésis. Por ella, y en contra de la razón, la nación derrotada fue la Inglaterra de Isabel I, que había sucedido en el trono a María I, María Tudor, esposa de Felipe II.
Inglaterra aliada de España al comienzo de aquella guerra, en tiempos de María I, perdió; pero por el Tratado de Cateau-Cambrésis casi todas sus posesiones en la costa atlántica continental resultaron transferidas a la derrotada Francia. Inglaterra tuvo que admitir las estipulaciones del tratado de paz debido a la amenaza de guerra presentada por España y Francia. Francia derrotada, sólo renunció definitivamente, a favor de los Habsburgo españoles, a una tierra que no era suya, el Milanesado. Tampoco lo era de los Habsburgo, fuesen éstos de la rama austriaca o de la española; pues Milán era de los milaneses.

Dieppe, agosto 1942. Derrota aliada

Sin embargo, cuando los tercios españoles de Felipe IV fueron vencidos en 1643 en Rocroy, y en siguientes batallas, por el Duque de Enghien, Príncipe de Condé, la Paz de Westfalia de 1648 significó casi el punto final al imperio de los Habsburgo españoles en Europa Occidental. La corona francesa, de esta forma, se anexionó más regiones; algunas de ellas han servido para configurar la Francia actual.

Napoleón Bonaparte con sus ideas y quehacer intentó cambiar de faz a la monolítica y reaccionaria Europa. No obstante, y tras múltiples victorias, perdió, sin remisión, en Waterloo. En el consiguiente tratado de paz, el Congreso de Viena, que enterró las libertades de los pueblos europeos, celebrado durante 1814 y 1815, un hábil político francés, Talleyrand, aprovechó los deseos de los monarcas europeos de restablecer la Casa de Borbón en París, convirtiendo la gran derrota francesa en victoria; cuando España, la nación que había desgastado a los ejércitos napoleónicos, además de alzarse victoriosa ante ellos, pasó por el Congreso como si no existiese.

Tayllerand

Sin embargo, el pueblo español obtuvo el "derecho a ser protegido" de las revueltas internas que solicitasen libertades por el ejército conformado en el Congreso de la Viena de Metternich: los Cien Mil Hijos de San Luis.
La mayor ·"grandeur" francesa en el Congreso de Viena fue que el triunfador representante galo, Charles Maurice de Talleyrand, había sido el principal ejecutor de Napoleón en política exterior, siendo el principal impulsor de la Confederación del Rhin. Por sus leales servicios, Napoleón le había nombrado Gran Chamberlain de Francia, otorgándole el título de Príncipe de Benevento. Talleyrand logró para él y para Francia trocar la derrota francesa de Napoleón en gran victoria. Napoléon era el culpable, no los generales y oficiales; tampoco lo era el orgulloso pueblo francés que adoraba y seguía a Napoleón.
En el Congreso pagaron los abnegados y victoriosos españoles y con ellos España, pero no los derrotados Francia y los franceses. ¡Esto es grandeur!
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Décadas después resultó que Hitler no sólo fue el responsable perdedor de la guerra en Europa, también se consideró que fueron Alemania y los alemanes, que pagaron a la derrotada Francia.
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Francia fue derrotada por Prusia, en 1870, en una guerra provocada y declarada por el imperialista Napoleón III. Pero Francia por el Tratado de Frankfurt-am-Main sólo perdió dos regiones, Alsacia y Lorena, que estaban sometidas a viejos litigios y que eran, en su mayoría, de cultura germana (1).

.........Dunkerque, prisioneros británicos

Francia fue la nación que tuvo más culpa del estallido de la Gran Guerra. Francia se sostuvo, en ella, en su suelo patrio gracias al apoyo de terceros. Sin embargo, si analizamos el Tratado de Versalles, Francia quedó beneficiada, mientras que las naciones perdedoras sufrieron unas disposiciones de paz de una dureza sin precedentes en las guerras padecidas en Europa hasta esas fechas. Las cláusulas aplicadas en Versalles eran en espíritu la antítesis de las dictadas en Frankfurt-am-Main (2).

Francia fue derrotada con facilidad por Alemania en la Segunda Guerra Mundial. A continuación, y durante ella, tuvo una actuación irregular debido a las circunstancias. Al final, la inequívoca postura de los generales Henri Giraud, Philippe Leclerc y Charles de Gaulle, entre otros (además de la resistencia ofrecida por los partisanos comunistas a la ocupación alemana a raíz del día en que las tropas de Hitler atacaron a la Unión Soviética) logró que Francia estuviese a la altura de estadounidenses, soviéticos y británicos en la misión de controlar las zonas ocupadas en Alemania y Austria (3).

............................. ...... La Grandeur. El chovinismo

De acuerdo con los resultados obtenidos en las guerras sostenidas en Europa a lo largo de

más de cuatrocientos años y a los correspondientes tratados de paz, no es de extrañar que tanto De Gaulle como el resto de los políticos franceses de mediados del siglo XX, bien fuesen conservadores o socialistas, estuviesen imbuidos en la idea de que Francia siempre era vencedora en política, siendo militarmente indestructible. Francia detentaba grandeza, "la Grandeur" era patrimonio francés.
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De Gaulle ha sido el máximo exponente de la "Grandeur". De Gaulle no estuvo de acuerdo con la rendición de Francia ante Hitler. Él deseaba que la lucha continuase, o mejor dicho, lo deseaba Churchill su anfitrión, protector e impulsor. La Wehrmacht había llegado hasta Burdeos en pocos días de combate. Por lo visto De Gaulle quería que las batallas hubiesen continuado durante meses en el sur, en el este, en París, en las colonias siguiendo los deseos británicos hasta conseguirse la mayor destrucción posible, si con ella se mataba a algún alemán y se inutilizaba algún tanque. La opinión de Pétain era la opuesta. Al final, el resultado hubiese sido el mismo, pero Francia si hubiese prolongado los combates habría caído derrotada, eso sí, con más honor, con grandeza. No contarían los los cientos de miles de muertos y la enorme devastación, París incluida, que la inútil continuación de la guerra hubiese causado.
Años después, Hitler sí logró que Alemania luchara casi hasta el último niño. Bueno, no, porque tuvo que suicidarse y , con ello, "ayudó", con la rendición tardía, a que quedaran amplias zonas alemanas sin ser arrasadas. ¡Ay, aquel De Gaulle y su grandeza, su Grandeur! (3)
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Prisioneros franceses en Dien Bien Phu

El chauvinismo o chovinismo es un sentimiento muy francés, aplicable a cualquier otra sociedad, que equivale a la exaltación de un nacionalismo o patriotismo en términos exagerados. Este concepto es también producto del hecho que sobre el tapete, al final del juego siempre, o casi siempre, los franceses ganen las guerras.

La combinación de "la Grandeur" con el chovinismo tiene por resultado la guerra de conquista, o defensiva, por motivos patrióticos con indiferencia de la culpabilidad; y ya sabemos que los políticos, y el capitalismo a ellos asociado, siempre apelan a este noble, etéreo y abstracto ideal cuando consideran que la nación debe ir a la guerra. Si se añade el afán congénito de las democracias capitalistas de aquella época de extraer beneficios económicos fuera de sus fronteras, se deduce que Francia tenía que ser el Estado más imperialista de Occidente. Y, por ello, el más autoritario. Y así lo fue durante un siglo, hasta que el Mayo Francés de 1968 puso término a semejante situación.

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(1) Leer "Guerra francoprusiana"

(2) Leer "El Tratado de Versalles"