21 sept 2012

Georg Elser vs Hitler. Atentado en la Bürgerbräukeller. Putsch de Múnich. Operación Valkiria

Lema del blog: "No busquen la verdad en palabras o escritos de los que ejercen el poder o cobran por su función amarilla"
 
La cervecería Bürgerbräukeller tras la explosión

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Hitler en la cervecería  Bürgerbräukeller



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El 20 de julio de 1944, el conde y coronel de Estado Mayor de la Wehrmacht Claus von Stauffenberg, era uno de los militares que tenía una reunión de trabajo con Adolf Hitler, que estaba acompañado de su alto mando, en el cuartel general de Rastenburg, "la guarida del lobo", situado en Wolfchanze, en el este de Prusia Oriental.
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Debido a esta reunión, Stauffenberg se había prestado a ser la mano ejecutora de un amplio complot organizado por militares y civiles para asesinar a Hitler y tomar el poder para así solicitar el cese de la guerra. Conspiración conocida como Operación Valkiria.
A tal fin, Stauffenberg colocó un maletín con explosivos y un detonador de acción retardada en el suelo de la sala de reunión, casi en la posición dónde presumía seguirían estando los pies de Hitler. Stauffenberg con una excusa abandonó el local. Sin embargo, el maletín, involuntariamente, fue cambiado de lugar, y la explosión, que mató a cuatro militares, sólo hirió levemente a Hitler. El explosivo hubiera sido suficiente para los fines del atentado si su detonación se hubiese producido en el búnker; sin embargo, debido al calor la reunión se había trasladado al salón de actos que poseía amplios ventanales que permanecían abiertos.
La represión alcanzó a los promotores del complot: los generales Friedrich Fromm (general en jefe del Ejército de Reserva, en Berlín, que debería hacerse legalmente, conforme estaba estipulado, con el control  del ejército si Hitler fallecía), Ludwig Beck, Erich Fellgiebel y otros militares y civiles; también a algunos personajes que aunque no intervinieron en los planes del atentado tenían información de ellos, como fue el caso del mariscal Erwin Rommel, al que se presionó para que se suicidase, y del almirante Wilhelm Canaris, al que se confinó en un campo de concentración donde fue ahorcado el 9 de abril de 1945 junto a otros cuatro opositores a Hitler.
Claus von Stauffenberg


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Pero Hitler tuvo otros intentos de atentado, y uno en concreto casi también le costó la vida: el realizado en la cervecería Bürgerbräukeller de la calle Rosenheimer, en Múnich.
Tiempos de cerveza y sangre, de música y violencia, de progreso y autoritarismo, de romanticismo y orden, de ilusiones y maldad. Características contrapuestas asociadas a los pueblos alemán y austriaco, enlazadas por el nacionalsocialismo. ¿Cómo se fundieron, siendo tan distintos, pueblo y nacionalsocialistas?: debido a los orígenes de la Gran Guerra, a la fatal situación económica existente con la República de Weimar, a los sucesos revolucionarios comunistas internos encabezados por judíos y, sobre todo, a la aplicación de las disposiciones del Tratado de Versalles (1). La Bürgerbräukeller fue el punto de encuentro de todas aquellas pasiones y frustraciones, el germen del nacionalsocialismo.
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Putsch de Múnich. Atentado en la Bürgerbräukeller

La Bürgerbräukeller por Heinrich Hoffmann

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Ludendorff y Hitler

La cervecería Bürgerbräukeller era el lugar más frecuentado por los miembros del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, NSDAP, desde sus comienzos políticos, para llevar a cabo sus reuniones, conmemoraciones y desarrollar el partido. En la cervecería se realizaron estos eventos, hasta su destrucción:
En este local se había fraguado el Putsch de Múnich, del 8 al 9 de noviembre de 1923, con el fin de derrocar al gobierno de Baviera y, en última instancia, a la República de Weimar (1). Adolf Hitler dirigió el Putsch, secundado por Rudolf Hess, Hermann Göring y Alfred Rosenberg, contando con la colaboración de Erich Ludendorff y su gran prestigio.
Pero el golpe fracasó y los dirigentes nacionalsocialistas fueron encarcelados en Landsberg am Lech, Baviera. Atrás quedaron abatidos por la policía catorce militantes, entre ellos Oskar Körner, vicepresidente del NSDAP. Otras seis personas fallecieron.
Tras la prisión preventiva, en el juicio,  Erich Ludendorff se manifestó inocente del Putsch. Pero Hitler se declaró culpable, pues era culpable de intentar echar a los culpables de la situación de Alemannia. Ludendorff fue declarado inocente y Hitler condenado a pagar la exigua multa  de doscientos marcos y a nueve meses de prisión.
Ludendorff, victorioso en la Gran Guerra en el Frente Oriental contra Rusia, resultó ser una causa esencial para la benévola resolución del juicio. El otro consistió en la presión popular ejercida por el gran movimiento nacionalista, fuese de carácter socialista o conservador, existente en todos los estamentos alemanes, incluidos los jueces, debido a la oposición existente a la aplicación de las resoluciones del Tratado de Versalles y al rechazo de las sangrientas revoluciones comunistas realizadas en Alemania, al final de la Gran Guerra y durante los primeros tiempos de la República de Weimar.
Ese acto revolucionario fue en parte provocado por el acoso que sufrían los nacionalsocialistas por el gobernador de Baviera.
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Georg Elser. Archivo Nacional Polonia
Durante la reclusión, Hitler escribió su obra "Mi Lucha" (Mein Kampf). En el libro, el único párrafo referente al putsch es la siguiente: "Aquellos acontecimientos brindaron, empero, y al propio tiempo, la posibilidad de emprender una labor reconstructiva en el mismo punto en que nos habíamos visto obligados a desviarnos del curso conveniente".
El 7 de julio de 1925, se reconstruyó el disuelto partido NSDAP en la cervecería Bürgerbräukeller. Ese día, de nuevo, Adolf Hitler fue el principal orador.
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Los nacionalsocialistas, al igual que los partidos nacionalistas de la derecha política, eran claros antagonistas del Partido Comunista Alemán,el KPD, pues los comunistas desde sus primeros pasos, con Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg, habían intentado fundar el Alemania una república comunista a imagen de la existente en la Unión Soviética (1).
    Homenaje a los muertos durante el Putsch


Georg Elser

La subida de Hitler a la cancillería mediante el sufragio universal y con el visto bueno de Paul von Hindenburg, presidente de la República, otorgaron al NSDAP un dominio casi total de las instituciones. El poder de Hitler se convirtió en dictatorial tan pronto falleció Hindenburg (1).
El incendio del Reichstag (2), Hitler lo había atribuido a una operación organizada por los comunistas, por lo que su partido, el KPD, fue disuelto y sus líderes encarcelados; entre ellos el activista revolucionario y a la sazón presidente del partido, Ernst Thälmann, que fue ejecutado en Büchenwald en agosto de 1944. Algunos dirigentes comunistas lograron huir, entre ellos Walter  Ulbricht y Erch Honecker.
Los militantes comunistas quedaron en la clandestinidad, y pasaron a ser meros simpatizantes del comunismo. Sin embargo, alguno de ellos se convirtió en activista, como sucedió con Georg Elser
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Diez semanas después de la invasión de Polonia, orquestada por Stalin y Hitler y que supuso el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el 8 de noviembre de 1939 estaba anunciada en la Bürgerbräukeller la reunión conmemorativa anual del Putsch de 1923. Para asistir y protagonizar el acto, Hitler se desplazó en tren desde la cancillería, en Berlín.
Cervecería  Bürgerbräukeller


Como era de dominio público tanto el evento como el momento en el que Hitler se dirigiría a los asistentes, el  simpatizante comunista Johann Georg Elser, nacido en 1903, de profesión carpintero y que frecuentaba la cervecería, logró introducir y colocar detrás del púlpito de los oradores, una potente bomba que explosionaría a las 21 horas, momento teórico en el que Hitler estaría hablando a los congregados.
Elser había adquirido el explosivo en la cantera de su pueblo, Königsbronn. El montaje de la bomba hay que achacarlo a los servicios técnicos del comunismo alemán en la clandestinidad.
Pero el acto se adelantó, y la explosión sólo afectó al local de la cervecería, que quedó destrozada, y a las personas que aún permanecían allí; ocho murieron, siete de ellas en los primeros momentos.
Al conocerse la noticia, Hitler desvió el tren que le llevaba de regreso a Berlín, hacia Múnich para asistir a las exequias.
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Hitler y una viuda de
 un militante muerto
en el Putsch

Tras colocar la bomba, Elser cometió la imprudencia de intentar cruzar la frontera con Suiza portando detonadores y postales de la Bürgerbräukeller. Elser ya estaba fichado, pues había sido detenido varias veces por repartir pasquines políticos contrarios al régimen, por lo que fue retenido en el puesto fronterizo. Permaneciendo Elser en esa situación, explosionó la bomba en la cervecería. El atentado quedaba claro en su ejecutoria, y se eliminó la primera creencia referente a su autoría, que culpaba al servicio secreto británico.
Elser fue internado en el campo de concentración de Dachau. Las autoridades alemanas deseaban juzgarlo al final de la guerra, en un proceso público ejemplar. Sin embargo, la irresoluble evolución de la guerra propició que el 9 de abril de 1945, Elser fuese ejecutado por sus carceleros; pocos días antes que las tropas estadounidenses entraran en Dachau liberando a los supervivientes del campo de exterminio.
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En el emplazamiento de la Bürgerbräukeller, hoy existe un centro comercial. En un lateral de su exterior, un pequeño mostrador con folletos y un cartel recuerdan el suceso. Gracias a esta circunstancia pude extraer parte de la información aquí ofrecida sobre Georg Elser, así como varias fotografías.
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Marienplatz, Múnich
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Fotografías de cabecera. La Bürgerbräukeller tras la explosión. Hitler pronuncia un discurso en la Bürgerbräukeller.
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Fotografías en orden descendente:
Mitin nacionalsocialista en Bürgerbräukeller.
La Bürgerbräukeller, en foto de Heinrich Hoffmann
Hitler y Ludendorff
Hitler, homenaje a los asesinados en la cervecería
Encausados por el Putsch de Múnich
Georg Elser

Entrada a la cervecería en tiempos de Hitler.
La Marienplatz de Múnich durante el Putsch, La plaza era la sede del Ayuntamiento y se convirtió en el lugar de máxima tensión.
Ludendorff en el centro, Hitler y otros convictos por el Putsch de München, 1923, Permet, Weber, doctor Wilhem Frick, Kriebel, Brúckner, Ernst Röhm y Wagner.
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